Nueva Delhi, 21 ene (dpa/EFE) – El juicio contra cinco hombres acusados de torturar y violar a una joven india comenzó hoy después de que el juez encargado, Yogesh Khanna, decidiera que se hará a puertas cerradas.
La víctima, una estudiante de 23 años que fue violada en un autobús el 16 de diciembre, murió 13 días después por las heridas sufridas.
Los acusados fueron conducidos a la sala con los rostros tapados. El juicio comienza oficialmente después de que los acusados se declaren culpables o inocentes. Previamente los abogados tienen posibilidad de cuestionar el acta de acusación.
El abogado de uno de ellos alegó hoy que su defendido es menor y pidió que se lo juzgue en un tribunal juvenil. El letrado AP Singh señaló que uno de los dos hombres que representa nació el 1 de marzo de 1995 y que por tanto era menor cuando se cometió el crimen, el 16 de diciembre pasado.
Según el abogado, la policía se equivocó al datar su nacimiento en 1994 y éste debe ser juzgado por separado, al igual que un sexto acusado de la violación.
Los cinco sospechosos, que serán juzgados en un tribunal de proceso rápido, podrían ser sentenciados a muerte.
DEFENSA ESPERA UNA PRONTA RESOLUCIÓN
La defensa de los acusados espera una pronta resolución del caso de violación que desde hace más de un mes mantiene indignada a la India después de que un tribunal de «vía rápida» pasara a encargarse hoy de la instrucción del proceso.
«El veredicto será cuestión de semanas, no de meses», dijo a Efe K. Anand, que defiende a uno de los cinco imputados por un crimen que ha desatado un aluvión de protestas y un movimiento de concienciación ciudadana desconocidos en el gigante asiático.
En la última semana se han conocido dos precedentes de juicios rápidos en la India, ambos por violación y asesinato.
También en ambos los culpables fueron condenados a muerte, que es la pena que la familia de la víctima y la mayor parte de la opinión pública pide para los acusados de violar y matar el pasado diciembre en Nueva Delhi a la joven de 23 años cuyo suerte enfureció al país.
En el primero de esos casos, juzgado en la capital india, el condenado es un hombre que violó y mató en 2011 a una niña de tres años.
La segunda sentencia fue dictada en Orissa, este del país, contra otro hombre que en octubre violó y mató a una niña de la misma edad.
En los dos procesos el veredicto se produjo tras apenas unos días de juicio pero se desconoce el plazo exacto que tardará en dictar sentencia el magistrado Yogesh Khana, que es el actual encargado de juzgar a los cinco imputados por el crimen de fines del año pasado.
Un sexto supuesto implicado tiene 17 años, por lo que su presunta participación en la atrocidad será revisada por un tribunal de menores, aunque no faltan las voces que piden asimismo para él la pena de muerte y que se rebaje la edad penal a los 16 años.
En ese sentido se pronunció el jefe de la Policía de la capital india, Neeraj Kumar, al presentar el pasado fin de semana las estadísticas de crímenes denunciados en 2012 en la ciudad, donde se registró un 23 por ciento más de violaciones que el año anterior.
Según Kumar, el año pasado se denunciaron en Nueva Delhi 706 violaciones frente a las 572 de 2011, y entre las medidas que propuso para frenar los asaltos sexuales figura la rebaja de la edad penal, «cuando la edad mental no coincida con la edad física».
Además de la Policía, a la que acusan de corrupta, los medios locales han centrado sus críticas en la Justicia, en entredicho por la proliferación de violaciones que, de acuerdo con la prensa, no han sido juzgadas por el mal funcionamiento del aparato judicial.
Según un informe de 2007 de la ONG Transparencia Internacional, la alta judicatura de la India es «relativamente limpia» pero en las instancias inferiores el sistema judicial del país presenta «una corrupción sistemática» que se atribuye a una retahíla de motivos.
«Las causas principales son los retrasos en la resolución de los casos y la complejidad de los procesos», se indica en el informe.
Transparencia Internacional también subraya la escasez de jueces, y denuncia el ratio «abismalmente bajo» de magistrados por habitante que hay en la India, que es de 12-13 por cada millón de personas, mientras que, por ejemplo, en EEUU es 107 y en Canadá de solo 75.
El estudio de la ONG recoge que las cortes indias tienen varios millones de casos pendientes.
Y apunta que al ritmo con que imparten justicia resolverlos todos podría llevar «más de tres siglos».